Diario "El Comercio", columna de sociales, 20 de diciembre de 1904, Bolivia.
Kinetoscopio Monstruo
fue el nombre con el cual un empresario llamado José del Castillo (¿habrá tenido algo que ver con Luis?),
presento uno de los primeros (si no el primero) espectáculos
cinematográficos en Bolivia. A partir de esta experiencia, aparecerían
las primeras vistas realizadas en Bolivia, como fueron. Paseo del Prado el día de Todos Santos (1906, Biógrafo Valenti) e Instalación del Congreso Nacional (1907, Biógrafo Olimpo). Vaya éste nuestro homenaje a los primeros audaces del cine Boliviano.
Gumucio Dagron, Gumucio, Historia del cine en Bolivia, 1982, Los Amigos del Libro, Bolivia, Pag. 32.
Cine Silente, un "monstruoso" comienzo
Desde el tiempo de su llegada a Bolivia en 1897, el cine se convirtió en un participante activo de la formación de la identidad nacional, y no uno inocente. Siendo una tecnología importada, anunciaba el advenimiento de modernidad y utopía con la promesa de conectar un país esencialmente feudal, con 90% de analfabetismo y casi sin caminos hacia el resto del mundo. El sentido de universalidad transmitido por esta nueva maravilla de la ciencia fue sostenido por el presumiblemente universal significado de las historias de interés humano, que contaban acerca de guerras, sexo y razas. En 1904, el programa más antiguo conocido de lo que un periodista llamó "Kinetoscopio Monstruo", acercó a los espectadores bolivianos a la guerra entre Rusia y Japón."
Redirecting the Gaze: Gender, Theory and Cinema in the Thrild World.
1999, State University of New York.
"kineto" (movimiento) y "scopos" ("ver")